Cada día son más las empresas que comentan su necesidad de conformar sus gobiernos corporativos de modo profesional y con énfasis en las competencias de sus miembros, dada la creciente complejidad de los entornos de negocio y la fluctuante economía, que hace más difícil navegar en las aguas inciertas del futuro empresarial.
Luego de casos emblemáticos ocurridos en Chile la década anterior, el mercado paulatinamente fue tomando mayor conciencia de la importancia de contar con directores de alta competencia y responsabilidad en su gestión; así como disponer de un mayor expertice para la conformación de los gobiernos corporativos. Ha aumentado la oferta de cursos, magister y postítulos para incorporar competencias tanto técnicas como de gestión, necesarias para ejercer el rol y surgido organizaciones especialistas en el desarrollo de gobiernos corporativos asesorando a empresas y personas.
Los equipos directivos que logran salir de un rol contralor y adoptan una mirada de mayor visión y apertura al futuro, hacen preguntas y cuestionan el estatu quo, para colaborar con el gerente general en la resolución de las problemáticas del negocio que se avecinan; poniendo en la agenda lo que debe ser una preocupación para el negocio si éste quiere ser sustentable.
Esta mirada de mayor visión, requiere de Directores con fuertes habilidades estratégicas, innovación y creatividad en la resolución de problemas. A su vez, implica el contacto con lo que está sucediendo más allá de las fronteras de la empresa y nuestro país, percibiendo las tendencias y anticipándose a ellas, siendo un promotor del cambio al interior de la compañía, tomando decisiones y generando las condiciones necesarias para que la organización pueda adaptarse al entorno de negocios que requiere para su sostenibilidad. Ello implica un nivel de responsabilidad, influencia y toma de decisiones firme y que involucre un nivel de compromiso elevado con la gestión de la empresa; de modo que mida el impacto de sus propuestas en ella.
Este nivel de compromiso, según algunos, se logra con la participación financiera directa, es decir con la propiedad. Por lo que susbsiste la tendencia de incorporar en el board sólo a sus accionistas. Sin embargo, la experiencia actual indica, que esto no es suficiente para resolver las problemáticas estratégicas a las cuales se ve sometida la empresa.
Para ello, hace falta experiencia, competencia y expertice demostrada en la resolución de problemas primordialmente tecnológicos, de innovación y de la gestión de personas. Estas tres problemáticas son hoy día una constante en los casos de dificultades para el crecimiento y sustentabilidad futura de las organizaciones, dada la alta complejidad del entorno de negocios y la complejización del manejo de personas comprometidas en la organización.
Por esto, contar con expertice e innovación en estos ámbitos, será relevante y absolutamente necesario para lograr el direccionamiento efectivo de la empresa y un acompañamiento estratégico de la gerencia general del siglo XXI.
Paz Vial L.
Gerente Consultor – OPTIMA Consulting