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May 03

Los nuevos liderazgos que permitirán cohesionar los equipos en teletrabajo

Por María José Valdés Comunicaciones OPTIMA Consulting

Llevamos un año en este formato de teletrabajo, donde las organizaciones han podido adaptarse a esta nueva modalidad. No hay duda que ha tomado tiempo y que ha sido un proceso difícil. Han surgido inquietudes sobre cómo realizar el trabajo en medio de las tareas domésticas, de qué manera cumplir los plazos comprometidos, con qué periodicidad debemos contactarnos con nuestros equipos y cómo distribuir las responsabilidades y el manejo del tiempo para cumplir con las expectativas de la organización

En este escenario, donde abunda la incertidumbre, pero también el optimismo de que vamos avanzando en la lucha de la pandemia, surgen nuevas necesidades y exigencias para el líder. Este se vuelve una figura clave para dar estabilidad, pertenencia, contención y orientación respecto a cómo abordar las demandas cambiantes y complejas a las cuáles nos estamos viendo enfrentados.

¿Cómo deben adaptarse los canales de comunicación entre líderes y colaboradores? ¿De qué forma se puede potenciar la motivación y la productividad, evitando saturar a los equipos?  ¿Cómo generar un entorno que facilite espacios de diálogo y confianza para pedir ayuda cuando se está en “burn out”? Sobre esto,
Paz Vial, Gerente de Óptima Consultores, nos cuenta en la siguiente nota.

¿Cómo deben adaptarse los canales de comunicación entre líderes y colaboradores?

Hoy más que nunca han tomado valor los hábitos de reuniones periódicas, el acercamiento individual con cada miembro del equipo en llamados directos y el liderazgo de apoyo, que a veces es difícil de practicar, por la premura del tiempo y la presión de la tarea.

A su vez, es imprescindible promover espacios de comunicación informal, donde se de una expresión más libre de las emociones, el descontento y la frustración; se permita compartir las situaciones personales y aportar con humor frente a situaciones diarias a las que nos vemos enfrentados. Aquí el líder juega un rol clave en la contención emocional, la apertura a los dolores humanos y reales de sus equipos; así como a la posibilidad de generar sentimientos de ser parte de un grupo que unido está lidiando con la adversidad.

Ambos espacios de comunicación serán clave para permitir una conexión real entre los equipos, una identidad como grupo y sentido de pertenencia a pesar de la distancia.

¿De qué forma se puede potenciar la motivación y la productividad, evitando saturar a los equipos? 

Instancias de apoyo y acompañamiento de inducción, traspaso efectivo de información que promueva la autonomía en la solución de problemas, entrenamiento entre pares y la posibilidad de tomar decisiones de modo ejecutivo, limitando la burocratización de los procesos; harán que los colaboradores se sientan más fluidos en su gestión y motivados en su rol.

A su vez, limitar la sobrecarga con el excesivo sentido de urgencia, la modulación del control horario que no se ve necesario y un esfuerzo de todo el grupo para planificar las tareas contemplando plazos realistas y esfuerzos razonables; ayudarán a vivir este tiempo con mayor sentido de eficacia, disposición al aprendizaje y una sana vivencia de los desafíos que nos impone el cambio.

¿Cómo generar un entorno que facilite espacios de diálogo y confianza para pedir ayuda cuando se está en “burn out”?

En estos tiempos de pandemia, el trabajo se ha vuelto bastante individual y solitario. Esto ha derivado en una altísima presión, desafiando nuestra autonomía en la toma de decisiones y empobrecido instancias para compartir buenas prácticas, espacios de distención entre pares y traspaso de información útil, que antes se realizaba en “el pasillo” y el café”.

Diferentes compañías han enfrentado estos desafíos, con iniciativas de los líderes que buscan definir instancias formales e informales de encuentro. Promoviendo las reuniones de trabajo periódicas entre equipos, donde se converse las problemáticas operativas del trabajo, pero también se ofrezcan espacios para expresar sentimientos de dificultad, estrés y frustración, por las problemáticas que involucra la adaptación a este nuevo modo de trabajo.

Por otro lado, los gerentes de gestión de personas han promovido encuentros informales, después del horario de oficina, donde se incentiva el esparcimiento y lo lúdico; con clases de cocina, happy hour, juegos en línea, etc.

Estas oportunidades de encuentro y cercanía, han ofrecido espacios para comunicar cómo se sienten los colaboradores, e identificar quienes están viviendo estados de estrés elevados, que generarán “burn out” si se prolongan por más tiempo.

En casos como estos, Optima está trabajando con el apoyo de Centro Psicológico Benesseri, quienes ofrecen apoyo para incorporar estrategias de manejo de crisis, lo que ha sido muy provechoso para quienes lo han tomado.

Iniciativas de impacto

Algunas organizaciones han avanzado mucho entorno a como potenciar los liderazgos y cohesionar los equipos de trabajo. Se han implementado iniciativas con positivos resultados que hoy, a un año de la pandemia, se han instaurado entre los colaboradores.  Dentro de las compañías hay consciencia de que difícil armar equipo en pandemia y que es complejo que las personas se conozcan cuando se trabaja remotamente.

Una de las medidas prácticas que se ha hecho en ese sentido tanto en empresas tradicionales como en startups es empezar a tener reuniones sociales todos los días, con los equipos de cada área, de media hora donde no se habla de trabajo. A su vez, se han establecido ciertas reglas para respetar las agendas personales, con reuniones hasta cierta hora y se ha dado una semana extra de vacaciones. Y además se invita a liberar tensiones a través de actividades fuera del horario laboral como clases de yoga por zoom.

Estas actividades apuntan a aumentar la motivación, basándose en la flexibilidad, la autonomía y la empatía. Las personas se hacen cargo de sus resultados y son 100% independientes. Definen sus horas de entrada y salida, pero se enfocan en el cumplimiento de los objetivos, porque cada uno es dueño de su tiempo y dentro de ese espacio único, se deben lograr los objetivos tanto laborales como personales. Estamos en un nuevo estadio de desarrollo, donde por primera vez vemos que el mundo propio y el del trabajo se han combinado de manera nueva y definitiva, sin opción a volver atrás.