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Ago 24

El liderazgo docente

OPTIMA | Educación

Han pasado 15 años de la reforma educacional emprendida en la mayoría de los países de América Latina. Luego de verse reflejados resultados tan dispares y bajos en los países donde se implementó, han surgido nuevas preguntas. La más unánime hace referencia al maestro y al por qué se le dio un escaso protagonismo en esta reforma. La agenda por esos años se centró en cambiar legislación, los contenidos y metodologías, el modelo de financiamiento, la gestión y administración de los sistemas educativo. Eso hizo, en alguna medida,  que las instituciones educacionales mantuvieran un foco de gestión administrativo, perpetuando viejos modelos de gestión.

Esa mirada “administrativa” o de gestión, está en cuestión hoy, por un enfoque que habla de liderazgo docente, motivación, inspiración y protagonismo de profesores. Para mejorar la equidad, aumentar la calidad de la enseñanza, elevar la exigencia, focalizarse en los resultados del aprendizaje y profesionalizar la carrera docente, se requiere que los que impulsen el cambio sean los maestros, desde un escenario interno también distinto: una estructura menos jerárquica y más participativa, donde los profesores asuman proyectos, se les motive  a través del logro, se los valorice respecto a su impacto en los resultados escolares y se les reconozcan altas expectativas.

En esa línea, Paz Vial, Gerente Consultor de Óptima Consultores, ahonda en este escenario tan desafiante que pone al profesor como protagonista de este nuevo modelo de liderazgo escolar.

1.Luego de años de ver cómo las instituciones educacionales se orientan a la gestión y a temas de organización administrativa, ¿Cómo podemos facilitar el paso a un mayor foco al liderazgo de sus miembros y sobretodo, de los propios profesores profesores?

Los Líderes escolares están trabajando en la urgencia y aplicando de la mejor manera las herramientas con que cuentan, por lo que es difícil ponerse a ensayar cosas nuevas que pongan en riesgo los resultados, bajando el foco de temas presupuestarios y administrativos. Sin embargo, la complejidad de este siglo XXI nos muestra de modo patente, que estamos en los tiempos del fortalecimiento de la comunidad y el trabajo colaborativo. Sólo a través de un fuerte liderazgo distribuido, que permita empoderar a todos los niveles de la comunidad escolar, incluyendo a los alumnos (involucrándolos en su propio aprendizaje); podremos conseguir avanzar en una mejora sustancial de los resultados escolares. Este es, otorgando a los profesores un fuerte liderazgo, que emane de la inspiración que pueda darles el director del establecimiento, el que reconozca con humildad, que no puede encontrar todas las soluciones solo. Ello fomentará la discusión grupal, mayor apertura a ensayar propuestas nuevas y finalmente a identificar al líder institucional, como alguien que muestra los escenarios futuros, pero no necesariamente tiene todas las respuestas y lo reconoce frente a sus equipos; confiando en la capacidad conjunta para resolver las situaciones que se avecinan.

2.Desde el punto de vista del profesor ¿cómo podemos fortalecer su formación profesional para luego potenciar su liderazgo dentro del aula?

Este es un tema muy relevante: el de la capacitación del profesor, más allá de la formación técnica en su área de desempeño. Es decir, su formación como líder formativo. Ello involucra aspectos más amplios, que incluyen múltiples factores de inteligencia emocional y liderazgo docente, que serán clave para el logro de la influencia y empower para potenciar a sus alumnos.  Dado el poco tiempo con que cuentan estos días los docentes, pensar en capacitaciones adicionales, parece un desacierto. Sabemos que más del 70% de los aprendizajes útiles, se logran en la acción: “aprender haciendo”. Es por eso, que la sugerencia para potenciar el liderazgo docente en los profesores, es ofrecerles espacios de influencia en la comunidad escolar, a través del trabajo por proyectos, los intercambios transversales dentro de la escuela, más allá de su disciplina; y la participación en diversos comités para la solución de problemas de diferente índole. Adicionalmente, proveer de espacio en la toma de decisiones en su área de expertisse, dando autonomía y flexibilidad. Actividades como éstas pondrán en ejercicio competencias útiles y proveerán de experiencias y desafíos, para activar el potencial de influencia, manejo de conflictos y liderazgo, que requiere un profesor del Siglo XXI.

3.Cuéntanos de qué trata el liderazgo docente y por qué es tan importante que lo desarrollen los profesores?

El profesor tiene un rol de liderazgo muy claro frente a sus alumnos. Para poder ejercerlo, es necesario que cuente con un nivel de empoderamiento y autonomía, que le otorgue la “responsabilidad” de las acciones con sus alumnos. En la medida que el profesor esté convencido que el impacto de sus acciones son determinantes para el aprendizaje en sus alumnos, y la calidad de la educación en la escuela donde participa, su desempeño se vuelve relevante. Este sentimiento de autoeficacia del profesor, se torna una motivación altamente poderosa para impactar a sus alumnos, siendo un aliciente muy interesante y que logra ser reconocido por pares y superiores. De esta manera, se torna un círculo virtuoso el reconocer el valor de la propia gestión en los aprendizajes, lo que lleva a responsabilizarse por las acciones docentes y ello facilita un incremento fuerte en la calidad de las entregas y de la educación en la escuela.